Hierápolis es bendecida con manantiales minerales calientes y algunas de las ruinas romanas mejor conservadas en Asia Menor. Pablo menciona a Hierápolis en su carta a los Colosenses, saludando a Epafras, un compañero de trabajo, por su amor hacia los hermanos allí (Colosenses 4:13). Las ruinas cubren más de una milla. Verás el impresionante anfiteatro con asientos aún en perfectas condiciones. Verás las puertas de la ciudad, calles con columnas y arcos, que han perdurado a través del tiempo y los terremotos. Hoy, el área se conoce como Pamukkale, que significa "Castillo de Algodón," llamado así por los manantiales calientes cargados de piedra caliza que se deslizan de una piscina de terraza blanca a la siguiente. Los cristianos de Laodicea, una de las Siete Iglesias (Apocalipsis 3:14-22), fueron reprendidos por ser tibios, "No eres frío ni caliente" (Apocalipsis 3:15), y por estar demasiado cómodos incorporando creencias paganas y cristianas. En la famosa escritura de Apocalipsis (3:20-21), Jesús dice a la iglesia de Laodicea: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo...". Hoy, hay muchas hectáreas de ruinas para ver, incluido el estadio y las calles con columnas. Cena y alojamiento en Kusadasi.